Un lugar con una magia especial, granja, naturaleza, comida de Estrella Michelin, silencio.

Estuve muy feliz, no tengo ninguna razón para quejarme.

Granja San Miguel Hostal es increíble. María Jesús nos hizo sentir como en casa y se preocupó mucho por nuestro confort. El ambiente era tranquilo y bonito, y el desayuno y la comida eran buenísimos. Los productos eran de calidad y tenían en cuenta las intolerancias alimenticias. Sin duda alguna, repetiríamos la experiencia, incluso con nuestra mascota, ya que están muy bien vistas allí. La atención de Jesu era espectacular, siempre intentando facilitar y ayudar. El lugar era idílico, con animales y naturaleza. El SPA era fantástico y las rutas de montaña salían al lado de la granja. Un lugar para repetir y recomendar.

Mi estancia en Granja San Miguel fue simplemente maravillosa. Pasé unos días inolvidables en este hermoso lugar, rodeado de naturaleza y tranquilidad. El entorno, al pie del pico Benicadell, es impresionante. Además, el trato del personal fue excepcional, siempre atentos y amables. Disfruté mucho de la piscina para refrescarme y relajarme. Y no puedo dejar de mencionar los dos bares del pueblo de Salem, donde pudimos disfrutar de deliciosos bocadillos con embutidos de excelente calidad por solo 12 euros para dos personas, incluyendo bebidas, aceitunas, papas y café. Sin duda, un alojamiento recomendable para familias, parejas e incluso mascotas.

Insisto, este lugar es super recomendado.

Me encantó la tranquilidad absoluta del lugar. Durante mi estancia, pude disfrutar de una paz total y relajarme completamente. Además, los desayunos eran exquisitos, sin duda los mejores que he probado fuera de casa. La posibilidad de desayunar junto a la piscina y tener la suerte de ver caballos apareciendo al lado fue una experiencia única. Sin duda, esto le dio un toque especial a mi estancia.

Hay varios aspectos negativos a tener en cuenta. En primer lugar, las instalaciones comunes para el invierno eran insuficientes, especialmente la zona de sofás y chimenea que estaba siempre llena.

Primero, estuvimos en una fiesta temática increíble en la granja, con música y luces. Después, fuimos a una discoteca súper divertida con una pista de baile gigante. También nos divertimos jugando al futbolín y a los videojuegos en la sala de juegos. ¡La diversión no paró!

Lo único que pediría es que tuvieran un bar abierto toda la noche, porque nos hubiera encantado tener bebidas y snacks disponibles cuando volvimos de la discoteca.

Primero, nos alojamos en una casa con televisor de pantalla plana, ideal para nuestras maratones de series. Y luego nos liamos la manta a la cabeza y fuimos a montar a caballo, ¡qué adrenalina! La zona es perfecta para esos planazos de aventura que nos gustan a los jóvenes. ¡Lo hemos pasado de lujo!

Lo único que nos hubiera gustado tener es un poco de música en la piscina. Nos gusta disfrutar del ambiente y bailar mientras nos refrescamos.

Nos alojamos en Granja San Miguel durante unos días para relajarnos en medio de la naturaleza. El entorno en la Sierra del Benicadell era espectacular y nos permitió desconectar por completo. Además, el personal del hotel fue increíblemente amable y dispuesto a ayudarnos con las rutas y cualquier otra cosa que necesitáramos. Los desayunos eran deliciosos y la piscina era un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad. Una experiencia inolvidable fue ver pasar a unos caballos mientras estábamos desayunando o relajándonos en la piscina. ¡Sin duda volveremos!

Recomiendo este lugar insistentemente.

Hemos pasado un fin de semana encantador en La Granja San Miguel en Salem. El entorno es maravilloso, con hermosas instalaciones y una piscina perfecta para refrescarse. Nuestra habitación era cómoda, con camas muy confortables y un excelente trato por parte del personal. Además, permitieron que lleváramos a nuestra mascota, quien también disfrutó de unas vacaciones plenas. Sin duda, recomendaría este alojamiento para descansar y es ideal tanto para familias como para parejas.

paz absoluta. los mejores desayunos que he probado fuera de casa. estar desayunando o en la piscina y tener el placer de ver aparecer a tu lado unos caballos es probablemente el súmmum de la experiencia que puede ofrecerte este lugar

televisor con problemas

Un viaje increíble, lleno de magia y naturaleza. María Jesús, la anfitriona de la casa rural, nos hizo sentir como en casa desde el momento en que llegamos. La comida, tanto la casera como la de Estrella Michelin, fue espectacular. Las instalaciones y el entorno eran perfectos. Definitivamente, unos días inolvidables.

Escaleras para llegar a la piscina.

Nos alojamos en Granja San Miguel y fue todo un éxito. Habitaciones con televisores de pantalla plana para pasar las noches de películas y diversión. Además, cerca hay la opción de montar a caballo, ¡una experiencia inolvidable!

Solo pediríamos un poquito más de variedad de actividades nocturnas, para los jóvenes que buscamos un poco más de fiesta. ¡Pero en general, todo fue genial!

Nuestra experiencia en Granja San Miguel Hostal fue excepcional. Desde el momento en que llegamos, María Jesús nos hizo sentir como en casa y se preocupó por nuestro confort y bienestar. El ambiente tranquilo y bonito nos permitió disfrutar de una paz absoluta. Además, los desayunos y comidas fueron buenísimos, mereciendo totalmente la pena pagar por ellos. Los productos eran de calidad, bio y tuvieron en cuenta nuestras intolerancias alimenticias. Sin duda alguna, repetiremos la experiencia y la próxima vez llevaremos a nuestra mascota, ya que están muy bien vistas allí. Gracias a Enrique y María Jesús por todo, volveremos sin dudar.

Todo fue como quería y necesitaba! 😊

La atención de la anfitriona es excepcional, siempre preocupada por mi confort y bienestar. El ambiente es tranquilidad pura y el entorno es precioso, rodeado de naturaleza. El desayuno y la comida son deliciosos y vale la pena pagar por ellos. Los productos son de calidad, orgánicos y tienen opciones para personas con intolerancias alimentarias. Sin duda, repetiría la experiencia. Incluso permiten mascotas.

Nada negativo.

Granja San Miguel en Salem fue una estancia maravillosa. La anfitriona María Jesús fue excepcional. El ambiente fue tranquilo y hermoso. El desayuno y la comida fueron deliciosos. Los productos eran de calidad y consideraron las intolerancias alimenticias. Sin duda repetiríamos la experiencia. La próxima vez iremos con nuestra mascota.

Nada, todo estuvo bien.

Instalaciones limpias y espaciosas

Ubicación tranquila y favorable. Trato amable y atento del personal.- Comida deliciosa y variada.- Posibilidad de llevar mascotas.- Increíbles rutas de montaña.- Desayuno excelente.- SPA fantástico

No se me ocurre nada.